Aquel 18 de julio que no se debe olvidar

 La recuperación de la memoria histórica supone un movimiento socio-cultural, que aglutina aquellas dinámicas que desde distintos prismas aspiran a investigar, conocer y divulgar los sucesos acaecidos en la Guerra Civil y la posterior dictadura franquista, en las que gran parte del pueblo trabajador sufrió represión, así como aspira a la dignificación, reparación y rehabilitación de sus víctimas.
La Junta de Andalucía es la primera institución a nivel estatal que aborda firmemente el compromiso de recuperar
y dignificar la Memoria Histórica, con medidas concretas, muchas de ellas ya plasmadas en actividades específicas como indemnizaciones a ex-presos y represaliados políticos, concesión de distinciones honoríficas, subvenciones a ayuntamientos y entidades sin ánimo de lucro para realizar construcciones conmemorativas, investigaciones, estudios, jornadas, exposiciones, publicaciones, convenios con otras instituciones.

 Aquel 18 de julio que no se debe olvidar supuso para este país el retorno a lo más oscuro de su historia. La represión y la violencia. La intolerancia. El crimen de estado. El genocidio de una sociedad que ganó su II República en las urnas y que anunciaba libertad, democracia, avances y progreso supeditando el interés particular al interés de los trabajadores, mayoría inmensa en este país, entonces y ahora.
La Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, junto con las organizaciones memorialistas, está culminando el borrador para la Ley de Memoria Democrática de Andalucía, que se puede descargar aquí http://bit.ly/193cxJo
 Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. Los deseos de libertad y de democracia, de progreso y de derechos sociales siguen vivos en la aspiración republicana. Aquel deber que tenemos, como pueblo, de conocer la verdad, de hacer justicia y de reparar la ignominia, es un objetivo político de primer orden para Izquierda Unida, ahora presente en el gobierno andaluz y dirigiendo, precisamente, la recuperación de la memoria.
 El ataque a los derechos que ahora se vende como la solución a la crisis-estafa del capitalismo, es otro 18 de julio del capital contra los trabajadores. La movilización debe ser la mejor respuesta. Y la lucha por el advenimiento de la III República que erradique a la monarquía –impuesta por el golpista Franco- incompatible con la democracia.